Seguir una dieta equilibrada en los niños es clave para el desarrollo y el crecimiento físico y mental de nuestros hijos. La alimentación de los más pequeños se basa en los mismos principios que la alimentación para adultos: se necesitan todos los grupos de alimentos, vitaminas minerales, hidratos de carbono, proteínas y grasa. La única diferencia está en las cantidades: los niños requieren otras porciones según las diferentes edades

 

Una dieta equilibrada en los niños afianza hábitos y conductas, lo que repercute en más recursos para proteger de las enfermedades a su organismo. Está comprobado que la buena alimentación durante la infancia tiene muchos efectos positivos, entre ellos las habilidades cognitivas y sociales: mayor habilidad para aprender, para comunicarse, para pensar de forma analítica, para socializar, y en general, para adaptarse a ambientes y personas nuevos.

¿Qué es una dieta equilibrada para niños?

¿Qué es una dieta equilibrada para niños?

 

Una alimentación equilibrada, ya sea para niños, adolescentes o adultos, no es otra cosa que mantener una ingesta sana  y balanceada mediante nutrientes y alimentos saludables.

 

El objetivo de cualquier dieta equilibrada para niños consiste, básicamente, en mantener un equilibrio adecuado de proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y grasas.

 

Se recomienda acudir a un especialista de la nutrición cuando existen dudas sobre cómo formular y preparar una dieta equilibrada para niños. También cuando los padres detecten malos hábitos en la alimentación de sus hijos.

 

¿Para qué sirve una alimentación equilibrada?

 

Una alimentación sana es sinónimo de desarrollo sano. El organismo de nuestros hijos sin trastornos de crecimiento, una consecuencia directa de una mala nutrición.

 

Una nutrición incorrecta durante la primera infancia tiene efectos devastadores y permanentes. A saber:

 

  • Insuficiente desarrollo conductual e intelectual.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Mala salud reproductiva que afectará a su futura productividad
  • Para un correcto desarrollo físico y psíquico el niño necesita los nutrientes necesarios.
  • Bajas defensas: una dieta equilibrada para niños es vital para aumentar las defensas del organismo frente a enfermedades infantiles que pueden perdurar de por vida.

 

Las cantidades sugeridas por las autoridades mundiales sanitarias son una buena pauta a seguir para saber si la dieta es sana y equilibrada.

 

  • Alrededor de la mitad de las calorías totales que ingieren los niños al día deben proceder de los hidratos de carbono
  • Entre el 12 y el 15 por ciento debe venir en forma de las proteínas
  • Entre un 25-35 por ciento en forma de grasa.

 

Consejos par una dieta equilibrada

consejos para una dieta equilibrada niños

 

Si bien cada alimentación tiende a ser personalizada (según edad, índice muscular, etc.), hay algunas pautas generales a seguir en toda dieta equilibrada para un niño.

 

  • El desayuno debe incluir lácteos, cereales y fruta. Es la comida más importante del día.
  • Hay que respetar las cinco comidas al día. A media mañana conviene tomar un pequeño almuerzo a base de queso fresco, jamón o fruta. Los snacks procesados no son recomendables.
  • Muy importante evitar el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas. Este tipo de bebidas, además de sumar gran cantidad de calorías, contienen ingredientes que fomentan el “efecto llamada” por lo que crean adicción. Lo más sano y natural es beber mucha agua al día.
  • Se deben comer a diario cinco raciones de frutas y verduras. Cuatro o cinco huevos a la semana, pescado y carne, tres o cuatro veces por semana y legumbres dos o tres veces por semana.
  • Muy ocasionalmente se pueden tomar dulces o golosinas aunque lo mejor es sustituirlos por postres caseros como bizcochos, magdalenas o pastas.

 

Una pirámide que sirve de parámetro

 

Una manera sencilla de seguir una dieta equilibra en los niños es fijar los conceptos de esta pirámide nutricional:

 

  • Consumo básico: en la base de la pirámide se encuentran los alimentos que debemos consumir a diario como cereales, patatas, verduras, hortalizas, semillas, frutas, leche, proteínas, derivados de la leche y aceite de oliva.

 

  • Consumo alterno: en el escalón central se sitúan los alimentos que debemos ingerir varias veces por semana (no cada día) como legumbres, frutos secos, pescados, huevos y carnes magras.

 

  • Consumo ocasional: en la cúspide de la pirámide los alimentos de consumo ocasional son la bollería, los azúcares, los refrescos, las grasas y las carnes rojas.