Madrid tiene sus encantos los 365 días del año. Es una ciudad para recorrerla y visitarla en cualquier estación. Sin embargo, el otoño y los primeros fríos son ideales para pasear con niños por esta alucinante metrópolis.
Más aún cuando se acercan las fechas navideñas en las que la iluminación de las calles y los numerosos espectáculos convierten a Madrid en una fiesta para hacer planes en familia.
Esta época del año permite disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre, pero también hay que tener alternativas para los días de lluvia o de mucho frío. Hay para todos los gustos: parques, teatros, museos, deportes y naturaleza.
Un clásico: el Parque del Retiro
Visitar el pulmón de Madrid es una excelente opción para un plan de otoño con niños. La temperatura promedio de esta estación es ideal para hacer un picnic en cualquiera de sus verde explanadas o disfrutar de una función de títeres al aire libre.
El parque ofrece innumerables atractivos. El Palacio de Cristal suele acoger exposiciones sensacionales para niños de todas las edades. El paseo en barca por el estanque es otro de los rituales que no pueden faltar.
Y si de parques hablamos, el Templo de Debod, un precioso templo egipcio donado a España en 1972, bien merece una visita familiar. Los niños pueden correr y subirse a los columpios, mientras que los mayores pueden disfrutar de mágicos atardeceres, los mejores de toda Madrid.
Niños, otoño y Madrid son sinónimos de parques de atracciones
Muchas familias esperan la llegada del otoño para satisfacer uno de los planes preferidos de los niños: los parques de atracciones.
Situado en la Casa de Campo se encuentra uno de los recintos de ocio urbano más completos de España, con 32 atracciones para todos los gustos y edades. Se trata de uno de los parques pioneros en espectáculos de terror, con instalaciones como la de Walking Dead Experience, única en Europa, y que reproduce diferentes localizaciones de la serie, maquillaje y efectos especiales
Una recomendación: la Gran Avenida, donde se encuentra el Cine 4D. Allí se proyectan películas en tres dimensiones a las que se añaden efectos táctiles, movimientos y visiones. Además, para darle más realismo, las butacas se mueven al mismo ritmo que las escenas del celuloide.
El Parque Warner es otra atracción que ningún niño quiere perderse. ¿La sugerencia para esta estación del año? ‘La aventura de Scooby-Doo’, una mansión encantada en la que hay que atrapar a los fantasmas que la habitan.
Para los días de lluvia
La lluvia no es impedimento para que los niños se diviertan en Madrid, una ciudad que esconde museos y actividades para resguardarse de los aguaceros. Los estadios de fútbol, el Santiago Bernabéu (Real Madrid) y el Wanda Metropolitano (Atlético de Madrid) son dos planes para apuntar en el caso que a los peques os guste el fútbol.
Un buen plan con niños es recorrer el Museo de Cera, donde los más pequeños descubrirán a sus personajes favoritos y aprenderán historia con otros personajes. También es un buen plan con ellos pasar la mañana en el Museo Nacional de Ciencias Naturales; el Museo de Ferrocarril o descubrir cómo funciona el Sistema Solar en el Planetario de Madrid.
Otra buena opción si buscas un plan cultural en Madrid es acercarte hasta el Matadero de Madrid, donde hay una gran cantidad de actividades para hacer en familia como juegos y talleres de lectura infantil.
Dos bosques
A menos de una hora de coche, Madrid ofrece unos bosques preciosos con sus colores ocres, marrones y amarillos, espacios al aire libre que se disfrutan el doble en otoño.
El Tiemblo es un pueblecito de Ávila situado en la zona este de la Sierra de Gredos, en el Valle de las Iruelas. A las afueras se levanta un imponente castañar lleno de ejemplares maravillosos de esta especie. Está especialmente bonito entre mediados de octubre y finales de noviembre, pero depende también de los años y de que la temporada otoñal empiece un poco antes o un poco después.