Llega el calor y las piscinas son el mejor refugio para los más pequeños. En el último blog os contamos las precauciones a tener en cuenta a la hora del baño y los chapuzones de nuestros hijos durante los meses de verano. Pero no solo hay que respetar al agua. Hay muchos cuidados para proteger a los niños del sol.
Como se sabe, los niños son más susceptibles a las radiaciones ultravioletas, por lo que necesitan más protección. Los cuidados no pasan solo por untar a nuestros hijos con crema solar. La lista es larga e incluye muchos consejos.
Los rayos solares tienen radiación ultravioleta A y B. En un niño que se expone mucho al solo sufre el enrojecimiento de su piel. Los mayores riesgos son a largo plazo: está comprobado que la exposición solar continua y acumulada aumenta el envejecimiento cutáneo y el riesgo de cáncer de piel.
Por eso, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) recuerda cada verano que utilizar un fotoprotector adecuado durante los primeros 18 años reduce hasta un 80% el riesgo de cáncer cutáneo en la edad adulta.
Cuidados con los niños al sol
Años atrás, un estudio del laboratorio farmacéutico CinfaSalud titulado: “Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección”, develó algunas conductas generalizadas de los padres a la hora de proteger a los niños del sol. La investigación contó con el aval de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y es un buen resumen sobre los cuidados para proteger a los niños del sol.
- Una regla básica es que los niños menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol. Sin embargo, el 48,8% de los padres y madres españoles lo hace.
- El 20% de los padres encuestados afirma delegar la protección solar en sus hijos antes de que estos cumplan 13 años.
- Las medidas más aplicadas son: 1) evitar la exposición de los niños al sol durante las horas centrales del día, usar protección específica para ellos, emplear SPF mayor de 50,, ponerles una gorra o sombrero y mantenerlos a la sombra o debajo de la sombrilla (36%).
El protector solar infantil, el mejor aliado
El protector solar es el elemento imprescindible para cualquier actividad al sol. No alcanza con comprar y aplicar cualquier crema. Un buen fotoprotector debe reunir ciertos requisitos.
- Protector especìfico: hay que utilizar cremas pensada específicamente para los más pequeños. Las de adultos tienen menos eficacia en la piel de los más pequeños.
- Filtros físicos: la crema debe de estar formulada con filtros físicos, que actúan como una “pantalla” impidiendo que el cuerpo del niño absorba la radiación solar. Es cierto que son más difíciles de extender y que dejan una película blanca sobre la piel. No obstante, son mucho más efectivos.
- Amplio espectro: para protección máxima, el fotoprotector debe de ser de amplio espectro, lo que se traduce en protección contra los rayos UVA y UVB.
- Factor de protección y textura: las cremas para niños deben tener un SPF 30 o superior (50 o más, lo ideal). La textura grasa penetra mejor en la piel, por lo que es más eficaz que el aerosol.
Otros consejos importantes a tener en cuenta
Es fundamental que los niños menores de un año no se expongan nunca al sol. No se recomienda utilizar fotoprotectores hasta cruzar la barrera del año. Está comprobado que, hasta los 3 años, la capacidad de respuesta de la piel no está bien definida. La exposición, por tanto, debe de ser muy limitada.
También hay que evitar que los niños se expongan al sol en las horas centrales del día, entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde. La sombra (árboles, sombrillas, tiendas de campaña, etc.) es otro gran aliado para pasar una jornada al aire libre en la piscina.
La ropa adecuada también es muy importante en los cuidados de los niños con el sol: el uso de gorra, gafas de sol, pantalones y camiseta es imprescindible hasta los 3 años. Tampoco hay que descuidar colores y tipo de telas: los colores oscuros protegen más que los claros y algunos tejidos (algodón, rayón, lino) protegen menos que otros (nailon, lana, seda, poliéster).
Tampoco hay que descuidar la hidratación. Durante la exposición al sol, los niños deben hidratarse correctamente bebiendo mucha agua.
El último consejo y más importante: la educación. Hay que transmitirles a los niños la importancia que tiene la protección del sol para la salud. El ejemplo de los adultos es la mejor manera de concientizar a los más chicos de la necesidad de fotoprotegerse.