¡Feliz año familia WIC! Esperamos que hayáis pasado unas Navidades maravillosas, que hayáis podido Estos días de Navidad descansar, disfrutar y, sobre todo, pasar bonitos momentos en familia.
Todo se acaba y toca volver a la rutina. Siempre cuesta recuperar los hábitos que teníamos instaurados antes de empezar las vacaciones, así que aquí os ayudamos con varios consejos para que la cuesta de enero no se haga tan dura.
- Establece una transición gradual. Planifícalo de manera gradual unos días antes y después de la vuelta a las clases. Esto puede incluir ajustes progresivos en los horarios de sueño y comidas para facilitar una transición más suave.
- Revisa y refuerza las normas y expectativas. Asegúrate de que los niños comprendan lo que se espera de ellos en términos de comportamiento y rendimiento académico.
- Mantén conversaciones positivas sobre el colegio. Habla con los niños sobre las experiencias emocionantes y positivas que les esperan en el colegio. Fomenta una actitud constructiva hacia el aprendizaje y la socialización.
- Marca horarios consistentes. Una vez avanzado en la rutina, establece horarios regulares para las comidas y el sueño. La consistencia ayuda a que los niños se sientan seguros y predecibles.
- Realiza las actividades de una manera más positiva. Si notamos que los peques se muestran reacios a iniciar la rutina habitual podemos levantarnos con música, hacer una cuenta atrás con un reloj para vestirnos en menos de un tiempo estimado o incluso ponernos alguna prenda especial para ir al colegio.
- Promueve una alimentación equilibrada. Proporciona opciones saludables para las comidas y meriendas. Involucra a los niños en la elección de alimentos nutritivos, lo que puede aumentar su interés y aceptación de opciones saludables.
- Incorpora tiempo de juego y actividad física. Programa momentos diarios para jugar y moverse al aire libre. El ejercicio contribuye al bienestar físico y emocional, y puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
- Baja los ritmos antes de dormir. Las rutinas relajantes antes de acostarse, como un baño tibio o leer un cuento, ayudan a preparar mental y físicamente al niño para la hora de acostarse. Elimina las distracciones, como dispositivos electrónicos, antes de ir a la cama.
- Mantén el orden en la habitación del niño. Si ha habido avalancha de regalos, guardar algunos fuera de su alcance y ve sacando secuencialmente cada pocos días para sustituir los que están disponibles. Así jugarán, con mayor probabilidad, más tiempo y no tendrá a su alcance tantos objetos para la distracción.
- Brinda apoyo emocional. Fomenta un ambiente en el que tu hijo se sienta cómodo compartiendo sus emociones. Ofrece apoyo emocional durante esta transición, reconociendo cualquier ansiedad o preocupación que pueda surgir.